Mi Historia
El Sueño que lo Cambió Todo
A los 16 años, Oniel comenzó a tener un sueño recurrente que cambiaría su vida para siempre: se veía en un gran escenario, tocando el violín con una maestría que conmovía a todos los presentes. Inspirado por esa visión, decidió convertirla en realidad. Sin experiencia previa, tomó un violín y, con una disciplina inquebrantable, dedicó hasta ocho horas diarias a practicar. Desde el inicio, mostró una pasión excepcional que lo llevó a dominar su técnica rápidamente y a marcar el comienzo de una carrera musical extraordinaria.
La Evolución del Artista
El talento de Oniel no tardó en destacar, llevándolo a colaborar con grandes artistas como Luis Vargas, Raulin Rodríguez, Luis Segura, Félix D'Oleo, Danny Rivera y Samuel González. Sin embargo, lo que lo hace único es su habilidad para reinventar el uso del violín al adaptar géneros modernos como el pop y el reguetón. Sus interpretaciones fusionan la elegancia clásica del instrumento con la energía y el ritmo de la música contemporánea, creando un estilo fresco que conecta con públicos de todas las edades y culturas. Este enfoque innovador ha abierto nuevas puertas para el violín en escenarios modernos.
El Legado Continúa
Lo más impresionante es que Oniel comenzó a una edad en la que la mayoría de las estadísticas indican que los violinistas destacados ya llevan años de formación. A pesar de las dudas y opiniones de quienes pensaban que no lo lograría, él demostró que la pasión y la disciplina pueden romper cualquier barrera. Hoy, Oniel es reconocido como uno de los violinistas más sobresalientes de la música popular en República Dominicana, dejando una huella imborrable en cada escenario que pisa y en cada grabación que produce.